Entre las energías renovables, la energía eólica es la fuente que está creciendo más rápidamente en el mundo. En los últimos años, las nuevas instalaciones eólicas han sobrepasado en potencia a las nuevas centrales nucleares puestas en marcha.
Los muchos beneficios que la energía eólica ofrece al mundo son convincentes: protección medioambiental, desarrollo económico, diversidad y seguridad del suministro, despliegue rápido, transferencia e innovación tecnológica, y electricidad en red a escala industrial. Y por encima de todo, comparado con otras opciones, el combustible eólico es abundante, gratuito e inagotable.
Greenpeace está a favor del desarrollo de este tipo de energías, aunque no podemos negar que cualquier parque eólico produce un cierto impacto local, pero hay que tener en cuenta que cualquier actividad humana produce algún impacto medioambiental. Por tanto, hay que estudiar las necesidades reales y elegir aquellas actuaciones con menor impacto sobre el ecosistema. Nunca se debe perder de vista el impacto del parque eólico con relación al de las fuentes de energía que debe reemplazar, como es el caso de las centrales nucleares y de las térmicas.
En el caso de los parques eólicos marinos tienen el mismo fundamento tecnológico que los terrestres. El principal cuidado hay que tenerlo en la selección de emplazamientos, debido a que se deberían evitar su ubicación en zonas marinas especialmente protegidas.
Los muchos beneficios que la energía eólica ofrece al mundo son convincentes: protección medioambiental, desarrollo económico, diversidad y seguridad del suministro, despliegue rápido, transferencia e innovación tecnológica, y electricidad en red a escala industrial. Y por encima de todo, comparado con otras opciones, el combustible eólico es abundante, gratuito e inagotable.
Greenpeace está a favor del desarrollo de este tipo de energías, aunque no podemos negar que cualquier parque eólico produce un cierto impacto local, pero hay que tener en cuenta que cualquier actividad humana produce algún impacto medioambiental. Por tanto, hay que estudiar las necesidades reales y elegir aquellas actuaciones con menor impacto sobre el ecosistema. Nunca se debe perder de vista el impacto del parque eólico con relación al de las fuentes de energía que debe reemplazar, como es el caso de las centrales nucleares y de las térmicas.
En el caso de los parques eólicos marinos tienen el mismo fundamento tecnológico que los terrestres. El principal cuidado hay que tenerlo en la selección de emplazamientos, debido a que se deberían evitar su ubicación en zonas marinas especialmente protegidas.
Fuente: www.greenpeace.org
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